Después de ser el segundo equipo a nivel mundial, con mayor capital gastado y aún así descender a segunda división, hoy la gente de Tigres, no le importa nada de esa historia, seguro estoy que se encuentra tranquila, contenta y con la ilusión intacta para campeonar, no puedo omitir que el andar en el certamen mexicano, los dirigidos por Ricardo “EL TUCA” Ferreti, se mandaron un papel muy regular, con un futbol que a muchos les puede agradar y otros tantos mencionarán que el parado que ocupa el brasileño, no es el más adecuado, y seguro comentarán que ese estilo es dañino al espectáculo, pero, ¿Quién no conoce la forma de parar equipos de Ferreti?.
La hinchada felina, hoy día le importa poco la forma de ganar puntos, partidos o hasta eliminatorias, ellos quieren ver a sus TIGEEEREEESSS campeones, los años pasan, los dólares se gastan y sin duda YA, les urge un campeonato.
Casi 30 años han pasado desde el último título, mucho dinero gastado, varios jugadores pasaron y lo único fiel es su afición, han soportado de todo, desde desplantes de futbolistas poco agradecidos, hasta dos finales perdidas como locales y lo peor es que contra un mismo equipo, los tuzos del Pachuca son los verdugos del conjunto Tigre.
Sólo para que tengan una idea del tiempo que ha transcurrido, a partir de la última vez en dar la vuelta olímpica, les debo decir que esa temporada fue la 81-82, misma que aún se jugaba a dos vueltas, es decir visita recíproca, teniendo como estratega a Carlos Miloc, teniendo como referente al hoy técnico de Morelia, Tomás Boy, venciendo a los Potros de Hierro del Atlante en tanda de penales en el mismísimo estadio Azteca.
Las estadísticas arrojan que Tigres, normalmente le va mejor de visitante que de local, la victoria que sacaron ayer en Torreón, con gol del argentino Damián Álvarez, defiende esos números que mencionan una cierta empatía felina en estadio ajeno, ahora sólo toca esperar el desenlace el día domingo por la noche, cuando ahora los del Volcán reciban a los de la Comarca Lagunera, recordemos que aunque el resultado parcial, le favorece a los norteños, Santos sigue vivo si se llega a dar un empate en el global, ya que en la final, los números en la tabla no cuentan más.
La moneda está en el aire, el campeón será el que haga mejor las cosas en los siguientes 90 minutos, se espera un lleno espectacular en el Volcán, la mejor de las suertes para las dos instituciones, que gane el público y sobre todo el futbol.
Nos vemos el próximo viernes.
